Energía solar térmica o fotovoltaica: ¿cuál te conviene usar?

En el ámbito empresarial el tema energético invita a valorar los beneficios entre eficiencia y ahorro. Genera ajustes en la planeación estratégica de las compañías en busca de la economía y de la preservación ambiental. Muchas organizaciones consideran seriamente obtener energía renovable, sostenible y barata y de primera mano consideran la energía solar como la mejor alternativa. ¿Pero cuál escoger?

Energía solar térmica o fotovoltaica

La energía térmica es la liberada en forma de calor. Con ella es posible climatizar piscinas, producir agua caliente, generar calefacción, entre otros usos. Para obtenerla se requieren paneles térmicos que absorben los rayos del sol (energía en forma de calor), calor que traspasan a unas tuberías de alta conductividad térmica -por donde circula agua- ubicadas debajo del panel.

De esta manera el calor absorbido por el panel calienta el agua a temperaturas entre los 45ºC y 60ºC, para luego ser usada en procesos industriales o instalaciones sanitarias.

La energía fotovoltaica es la captación de energía del Sol a través de paneles solares para transformarla en energía eléctrica (corriente continua). Estas instalaciones pueden llegar a generar la totalidad de energía que se requiere para las diversas actividades en un hogar o en una empresa. Se reserva a través de acumuladores de energía.

Elegir una u otra depende si necesitas un suministro permanente de energía, de la potencia requerida y la almacenas para satisfacer tu propio consumo; si necesitas energía eléctrica o sólo calor. De estos factores depende tu decisión.

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